viernes, 25 de septiembre de 2015

Historia y variedad geográfica del Idioma Español

HISTORIA DEL IDIOMA ESPAÑOL
Hace cinco mil años, la lengua que hablaban los europeos era el indoeuropeo; tres mil años después, en cada zona se hablaba de una manera muy distinta y a la evolución de esa primera lengua le damos el nombre de Latín, Escandinavo, Griego, Gótico… A su vez estas lenguas evolucionaron transformándose en otras. El latín derivó en varias lenguas denominadas Románicas. Estos nuevos idiomas son el español, el portugués, el francés, el italiano, el catalán.
El español es una lengua románica (derivada del latín) y mantiene rasgos de lenguas habladas antes de la conquista romana y de otras lenguas que habitaron la península Ibérica posteriormente: visigodos y árabes.

LENGUAS ANTERIORES A LA ROMANIZACIÓN
Antes de la conquista romana las lenguas más extendidas en la península Ibérica eran:
-    Las lenguas célticas de origen indoeuropeo que dejaron préstamos en el Latín.
-    Las lenguas íberas no indoeuropeas que también desaparecieron pero que hicieron su aporte al Latín.
-    El vasco que existe hasta hoy día y que ha aportado numerosas palabras a nuestro idioma.
-    Otras lenguas fueron la de los púnicos, los fenicios y los tartesios.

LA ROMANIZACIÓN
En el año 218 a.C. Roma comienza la conquista de Hispania. Los territorios comienzan a integrarse y adoptan el latín vulgar hablado como lengua común. Las lenguas que se hablaban en la península fueron relegándose poco a poco al ámbito familiar hasta su extinción, excepto el Vasco.
La invasión del imperio romano provocó la difusión del latín como lengua común por toda la zona mediterránea. A lo largo de los siglos los habitantes del sur de Europa creían que seguían hablando en latín, sin embargo, cada vez era más difícil entenderse entre un territorio y otro y las maneras de hablar se diferenciaban cada vez más. Poco a poco, fueron tomando conciencia de que la lengua que hablaban no era exactamente el latín, sino una “lengua vulgar”. Esas “lenguas vulgares” son las que hoy conocemos como lenguas románicas.


Características de las lenguas románicas
Aunque las lenguas románicas representan evoluciones separadas del latín, en realidad sus rasgos comunes se deben casi siempre al resultado de retener algún aspecto que estaba presente en el latín. Sus características principales son las siguientes:
-    Todas las lenguas romances son flexivas, es decir, se caracterizan por la tendencia a incluir mucha información en sufijos o prefijos.
-    El orden fundamental de la oración es: sustantivo, verbo, objeto.
-    Verbos que incluyen las categorías de persona, número, tiempo y modo gramatical.
-    Existencia de al menos dos formas para el género gramatical (femenino – masculino) y otras dos para el número gramatical (singular – plural).
-    Concordancias gramaticales de género y número entre el sustantivo y el adjetivo.

LA INVASIÓN ÁRABE
El árabe es, después del latín, la lengua que más léxico ha aportado al castellano. Este vocabulario entra en castellano y en las otras lenguas romances de la península ibérica como resultado de la situación de contacto que se produce desde el año 711, con la conquista árabe, hasta principios del siglo XVII, con la expulsión de los últimos moriscos que mantenían viva su lengua en estos territorios.
El vocabulario de origen árabe es especialmente significativo en campos en los que esta cultura realizó una aportación destacada a los pueblos peninsulares, como, por ejemplo:
a) La agricultura: acequia, alcachofa, algodón, azúcar,  albaricoque, aceite, albahaca
b) La guerra: alférez, tambor, adalid, almirante, arsenal
c) Comercio y manufacturas: aduana, tarifa, arancel, arroba, tarea, alfarero, alcancía, abalorio, alhaja, alicates
d) La cocina: alfajor, albóndiga, almíbar, almirez, arrope, taza
e) La construcción: adoquín, alcázar, alcoba, alféizar, aljibe, adobe, alcantarilla, azotea, azulejo
Una mención aparte merece el vocabulario científico. A esta lengua le debemos léxico en los siguientes campos:
g) Matemáticas: cifra, álgebra, algoritmo, guarismo
h) Astronomía: cenit, almanaque
i) Alquimia: azufre, alambique, redoma, elixir, álcali, azogue
j) Medicina: nuca, jaqueca, jarabe

LOS PRIMEROS TIEMPOS DEL ESPAÑOL
El español actual deriva directamente del latín, pero es el resultado del contacto con otras lenguas: casi el 80% de las palabras que usamos proviene de alguna palabra latina, pero también hay elementos germánicos, árabes y prerromanos. El español se distinguió por su carácter innovador por su vitalidad y la originalidad de las soluciones adoptadas. Mientras los demás romances hispanos conservaban la f- inicial del latín, por ejemplo, el español la perdió.

¿CASTELLANO O ESPAÑOL?
El nombre de nuestro idioma ha sufrido pocos cambios a lo largo de su historia. Tradicionalmente, al español se le ha llamado “castellano”, por ser la lengua del reino de Castilla. En América, en cambio, la denominación del idioma acostumbraba a ser “español”. En la actualidad, “castellano” y “español” son sinónimos y ambos son igualmente correctos para referirse a nuestro idioma.

ALGUNAS TRANSFORMACIONES DEL ESPAÑOL
-    Transformación de algunos sonidos (securo – seguro)
-    Pérdida de otros en determinadas posiciones (fumu – humo)
-    Aparición de sonidos inexistentes en Latín (annu – año, nocte – noche)
-    Incorporación de palabras procedentes de las lenguas germánicas (guerra, dardo, guardar), del árabe (aljibe, cifra, alcalde), del francés (ligero, dama, paje) y del provenzal (masaje, fraile, homenaje).
-   El español crea nuevos nexos y reglas ortográficas.
Blog de Lengua Española – Alberto Bustos
El mentor de gramática – Carlos de Gispert
La enciclopedia del estudiante. Lengua I – Enric Juan Redal


PAÍSES QUE HABLAN ESPAÑOL EN AMÉRICA
1. Uruguay
  1. Argentina
  2. Chile
  3. Paraguay
  4. Bolivia
  5. Perú
  6. Ecuador
  7. Colombia
  8. Venezuela
  9. Panamá
  10. Costa Rica
  11. Nicaragua
  12. El salvador
  13. Honduras
  14. Guatemala
  15. México
  16. Cuba
  17. República Dominicana
  18. Puerto Rico



VARIEDAD GEOGRÁFICA

Las lenguas no son siempre iguales, sino que presentan variedades que pueden ser históricas, geográficas, sociales o de registro (coloquial a formal).

Las personas que hablan español se entienden pero no siempre hablan igual. Se puede distinguir perfectamente a un mexicano de un porteño como de un español. También podemos distinguir cuándo habla un ingeniero, veterinario o doctor, porque ellos emplean palabras técnicas. Ni siquiera nosotros hablamos siempre igual: hablamos diferente cuando estamos con amigos a cuando tenemos una consulta con una autoridad.

La variedad geográfica consiste en que existen variedades en la forma de hablar una misma lengua debido a la distancia geográfica que separa a los hablantes.

Un dialecto es una variedad de la lengua que depende de la zona geográfica. Según Eugenio Coseriu un dialecto es un sistema de signos desgajado de una lengua común, viva o desaparecida, normalmente, con una concreta limitación geográfica, pero sin una fuerte diferenciación a otros de origen común.

Los dialectos son variedades geográficas. Estas variedades se originan por las distancias espaciales, influencias de otras lenguas, migraciones de personas, etc.
En Uruguay se habla la variedad rioplatense. En las fronteras hay algunas variantes.
-    El voseo es una forma para tratar a la segunda persona del singular. En Uruguay el voseo es pleno “vos tenés” pero en otras zonas se alterna “tú tenés” o “vos tienes”.

Se llama voseo al fenómeno lingüístico dentro de la lengua española en el que se hace uso del pronombre "vos" y de ciertas conjugaciones verbales particulares para dirigirse al interlocutor; en contraste con otras variantes de la lengua en que se emplea el pronombre "".
 Wikipedia
-    No distinguimos el sonido “y” de la “ll”.
-    No usamos mucho las formas de futuro, en su lugar decimos ir + a + verbo.
-    El seseo implica la no distinción entre la “s” y la “z”.

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