viernes, 25 de septiembre de 2015

Análisis sintáctico

EL ENUNCIADO

El enunciado importa dentro del proceso de comunicación. Para su existencia debe considerarse que un enunciador o emisor debe crearlo para alguien, en determinado tiempo y lugar. Los enunciados deben tener un sentido y una intención.  Por tanto, un enunciado tiene sentido dentro de una situación comunicativa.
         El emisor de los enunciados elige sus palabras acorde a lo que desea transmitir. Los enunciados poseen dos aspectos: sentido, intención.
  • Para ello debe funcionar en un determinado contexto, debe ser coherente en la situación en la que se enuncia.
  • La intención se manifiesta muchas veces en la entonación e los enunciados. No es lo mismo preguntar que afirmar algo, esto se puede apreciar en la pronunciación
     Al enunciado se lo reconoce en la oralidad por un ascenso de la voz, al comenzar y un descenso al terminar. En la escritura porque comienza con mayúscula y culmina en punto, u otros signos de puntuación.
     El enunciado es la menor unidad de sentido del texto. Se puede interpretar dentro del contexto en el que aparece. Siempre manifiestan una intención.
En la escritura lo reconocemos porque, además de ser una unidad mínima con sentido, comienza con mayúscula y culmina en un punto.
                En la oralidad al comenzar se produce un ascenso de la voz y finaliza en una pausa.
RECUERDA: Los enunciados los delimitamos con paréntesis recto [  ]
 [El ahogado más hermoso del mundo]
 Lepre, Carmen; Gramática y Ortografía básicas del Español; Editorial Santillana, Montevideo; 2007.-
·         Alarcos, Llorack, E, Gramática de la lengua española. Madrid, Espasa - Calpe, 1994

LA ENTONACIÓN

La entonación es la melodía con que se pronuncia una secuencia de fonemas. Esa melodía viene determinada por los cambios que se producen en el tono de la voz a la hora de emitir cualquier enunciado.
Cuando pronunciamos una determinada secuencia de fonemas, interrumpimos la cadena hablada con pausas motivadas por razones sintácticas o por la necesidad de respirar. La parte de la cadena hablada que queda comprendida entre dos pausas se denomina grupo fónico. Así diremos que la secuencia Si me esperas, iré contigo contiene dos grupos fónicos, marcados por la presencia de la coma.
El paso de un grupo fónico a otro es lo que produce cambios en el tono de la voz, ya que cada grupo fónico tiene una curva melódica propia, que puede ser ascendente, descendente o en suspensión.

La curva melódica descendente
La curva melódica descendente supone un descenso en el tono de la voz al final del grupo fónico. Es propia de los mensajes exclamativos o enunciativos. A este descenso se le denomina cadencia (del latín cadere que significa caer).
La curva melódica ascendente
La curva melódica ascendente supone un ascenso en el tono al final del grupo fónico. Es propia de preguntas que se responden con una afirmación o con una negación y de secuencias que no se han concluido. A el ascenso de la voz en un grupo fónico se le denomina anticadencia.

La curva melódica en suspensión

La curva melódica en suspensión supone que el grupo fónico termina sin que haya una variación del tono. Esto ocurre ante una pausa breve provocada, por ejemplo, por un inciso.



LA ORACIÓN

El núcleo de la oración siempre es un verbo conjugado. LA ORACIÓN. La oración es una estructura que tiene como núcleo un verbo conjugado. El verbo aporta información de persona, número, tiempo y modo en su terminación y en torno a él aparecen los adyacentes.
         Un enunciado puede tener una oración o varias. Algunos enunciados no poseen ningún verbo conjugado y por eso decimos que son frases.
         Cada verbo conjugado puede recibir adyacentes o no.   Existen oraciones que tienen adyacentes y otras que no. Los adyacentes son las palabras que dependen del núcleo verbal.       Aportan información al verbo, lo delimitan o especifican. Muchos de ellos tienen movilidad, otros no.

LA FORMA DE LOS VERBOS CONJUGADOS

       
  Los morfemas flexivos del verbo, o sea, la terminación, aporta datos de persona, número, tiempo y modo.
  • La raíz de un verbo es la parte que informa acerca de su significado. Mediante la supresión de la terminación en infinitivo =ar, =er, =ir, obtenemos la raíz del verbo.
  • La terminación se une a la raíz para aportar información de persona, número, tiempo y modo.


MODOS DEL VERBO
El modo verbal indica, en cierta medida el acto comunicativo, su intención o modalidad.
Modo indicativo
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            Los verbos creer, saber, afirmar indican que lo dicho es verdad. El modo indicativo indica que lo dicho es verdad. El modo indicativo se emplea para juicios afirmativos o negativos, sea de la persona que habla o de otra persona indicada.
            El modo indicativo se utiliza para describir el mundo de la realidad.
Modo subjuntivo
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            Las palabras o frases que indican incertidumbre o duda, o alguna emoción del ánimo, se conjugan en subjuntivo. Las formas verbales conjugadas relacionadas con verbos como desear o dudar pertenecen al modo subjuntivo.
            Este modo se utiliza para expresar conceptos que son hipotéticos, los que incorporen la expresión de las sensaciones del orador hacia un estado o una acción.
Modo imperativo
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            Los verbos que denotan ordenmandatoruego y que no pueden negarse son propios del modo imperativo.
“Tiranos, temblad”
Bello, Andrés; Gramática de la lengua castellana; Editorial Sopena, Buenos Aires, 1980
Textos de referencia: Himno Nacional y El mago de Alejandro Dolina
GRUPO ORACIONAL

         Cuando las oraciones se relacionan entre ellas, son independientes una de las otras, esto quiere decir que una oración no es el adyacente de otra. Cuando se unen mediante la ausencia de conectores el grupo oracional es por yuxtaposición y cuando la relación se establece mediante conjunciones o conectores, se llama coordinación.

“Vine, vi, vencí”
         En este enunciado las oraciones no están unidas por ninguna conjunción, por lo tanto, están yuxtapuestas.
“Jugaba y hacía jugar”
         En este caso ambas oraciones están unidas por la conjunción “y”, por lo tanto, están coordinadas.
 Lepre, Carmen; Gramática y Ortografía básicas del Español; Editorial Santillana, Montevideo; 2007.
LOS ADYACENTES VERBALES
Las palabras o grupos de palabras se agrupan para aportar información sobre determinadas situaciones que se describen.
 Por ejemplo:
 "Pero una tarde, en Villa del Parque, los muchachos del Ciclón de Jonte completaron su formación con uno de estos peregrinos anónimos." 
 En este enunciado diversos grupos de palabras brindan la información del lugar donde se desarrollan los hechos, en Villa del Parque, durante la tarde (tiempo), los muchachos del Ciclón de Jonte, su formación completaron con uno de los peregrinos anónimos.
Estas informaciones que no son aportadas por el verbo conjugado que funciona como núcelo de la oración son los términos adyacentes. Estas palabras que aparecen organizadas en el texto sirven para especificar más la información expresada en el verbo.

Los elementos que se agrupan en la oración junto al núcelo verbal se denominan TÉRMINOS ADYACENTES.

TÉRMINOS ADYACENTES:
- Uno explicita léxicamente el sujeto gramatical.
- Otros amplían o delimitan la predicación expresada por la raíz verbal.

Los términos adyacentes pueden o no aparecer en la oración, hay veces que es necesaria su aparición como en el siguiente caso:

"Comía", ¿quién comía?, ¿yo, él o ella?" Si el sujeto no está explicitado es necesario que el adyacente se explicite. Los adyacente, por lo tanto, aportan información al verbo.
Existen muchas clases de adyacentes, cada uno de ellos recibe un nombre diferente:
·         sujeto léxico,
·         objeto directo,
·         objeto indirecto,
·         atributo,
·         adyacentes circunstanciales,
·         objeto preposicional.


EL SUJETO LÉXICO

La oración está formada por un verbo conjugado que funciona como núcleo y sus adyacentes. Estos son las palabras que se relacionan con el verbo y amplían o especifican su significado.
            El adyacente sujeto léxico está estrechamente relacionado con el verbo. La prueba de esto es que su núcleo concuerda con el verbo en persona y número. Están tan relacionados que si uno cambia su número y persona, el otro también.
            Es el adyacente que más relacionado está . Se caracteriza por aportar una información que a su vez está contenida en la terminación del verbo (sujeto gramatical). Por eso mismo, concuerda en número y persona con él. Es la concordancia la que permite diferenciar al sujeto explícito de los demás adyacentes del verbo.
            Muchas veces aparece implícito porque ya lo contiene el contexto o porque se considera que ya está consabido.
            Cuando el verbo está en primera persona o en segunda, muchas veces no es necesario explicitar el sujeto, ya que la terminación verbal indica que se habla del emisor o el receptor.
Escrib – o el repartido.”
Le – es la misma”.
 SUJETO GRAMATICAL
           
            Un verbo conjugado expresa siempre persona y número en su terminación. Esta persona gramatical, ya sea singular o plural, es el sujeto gramatical. Este puede ser la primera, segunda o tercera, con número singular o plural.


DISCURSO DIRECTO

Aunque el diálogo es propio de la lengua oral, suele aparecer en los textos escritos. El autor se esconde detrás de los personajes y deja que estos se expresen sin la mediación del narrador. Sirviéndose del diálogo, los personajes reproducen la lengua oral.

    Cuando el narrador deja que aparezcan las palabras de los personajes, decimos que estamos frente al 
discurso directo de los mismos. Sus palabras se reproducen directamente como ellos las dijeron. Para introducir estos discursos se emplean verbos de referencia. Estos están relacionados con hablar o pensar como por ejemplo: dijo, respondió, pensó, preguntó, susurró, etc. Estos verbos pueden aparecer antes de las intervenciones, anunciando que alguien va a hablar, durante el parlamento o después del mismo para aclarar quién habla en ese momento o la modalidad en que realizó la intervención.

    Los discursos directos suelen tener marcas que indican su comieno. Muchas veces aparece junto al verbo de referencia, los dos puntos. Los diálogos suelen comenzar con guiones o rayas de diálogo aunque a veces aparecen las comillas.
       Antes:
"...y le 
dijo al viejo:
-          Vos no digas nada; acostate a dormir la siesta."
Durante:
"-          ¡Este viejo sí que está loco! – dijeron los dueños del dinero -. ¡Cuántos años harán desde que iba a la escuela…!"
Después:
"-          ¡Qué voy a aprender, si soy tan viejo! – decía él."

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